Menos intermediarios, mejores precios

Menos intermediarios, mejores precios

Digamos que tienes un pastel tres leches. Esponjocito, lleno de zarzamoras preciosas, fresco como la nieve, que se antoja de verlo. Ese pastel vas a tener que repartirlo entre veintidós invitados. A cada quien le va a tocar un mini pedazo. Y si la persona que lo parte no es la más diestra, encima serán pedazos bien disparejos y desproporcionados. Pero si en cambio, en lugar de tener veintidós invitados, tienes sólo 12, a cada quien le va a tocar una parte mucho más generosa. Y no pasa nada si se parten todos chuecos, igual el cacho es considerable.

Aunque suena feo, la realidad es que la comercialización de un producto o servicio es más o menos similar. En el sentido de que, mientras más gente haya involucrada desde su producción hasta las manos del cliente final, más se van a dividir los costos, y por ende el precio será más alto. Por poner un ejemplo, si una persona cultiva un cacahuate en Morelos y se lo vende a un distribuidor en Puebla, que a su vez se lo vende a una fábrica en Edomex, ésta se lo vende, hecho crema de cacahuate a una marca, que lo vende a un supermercado en CDMX, y éste al cliente final: el costo del producto terminado se dividió entre un montón de empresas. Por lo que, para que cada parte saque un dividendo importante y sea rentable, el precio del producto terminado tendrá que ser altísimo. Sin mencionar que el supermercado tiene poca idea de los ingredientes que usaron en la fábrica para hacerlos crema, como por ejemplo aceite de palma, en este caso, que en YEMA tenemos vetadísimo. Para que se den una idea, los distribuidores en promedio aumentan el precio de un producto hasta un 30% para cubrir sus gastos de operación, marketing y demás. Ese es un margen que en la tienda de YEMA no agregamos por no requerir de sus servicios.

Además, otra cuota que nos ahorramos (y ultimadamente tú también) por ser marca y tienda al mismo tiempo, son las que tendríamos que pagar a las tiendas y supermercados para aparecer hasta adelante en sus anaqueles.

En cambio, lo que hacemos nosotros es trabajar la fórmula con la fábrica en Edomex, proveerle el empaque y la etiqueta, y comprarle el producto terminado, listo para vender en nuestras plataformas a un extraordinario precio, con calidad de primer nivel y controlando la fórmula de la crema para asegurarnos de que no tenga ingredientes de nuestra no-list. Además, al término del proceso de manufactura, nosotros le proveemos del envase –así nos aseguramos de que sea reciclado y/o reciclable–, la etiqueta, para que sea clara, y el código de barras. Con esto podemos trabajar con ganaderos/agricultores/fábricas locales, pequeñas, o que van empezando, que de otra manera venderían mucho menor volumen; y al mismo tiempo podemos comprarlo a menor precio y darlo al público de igual manera. Ahorramos nosotros, ahorras tú, venden más los productores: todos ganamos.

Al final del día, todos los pequeños ahorros que tuvimos en cuotas que no hubo que pagar, se traducen en precios así:

El único caso en que nosotros somos “distribuidores” de nuestra propia marca es cuando le vendemos a re-vendedores mayoristas, tipo Farmacias San Pablo, Liverpool, etcétera. En este caso, nosotros bajamos el precio al que le vendemos a ellos para que ellos lo puedan vender a precio competitivo y ganarle también. Esto lo hacemos con dos finalidades: una, llegar cada vez a más gente, y que se enamoren de lo que hacemos; y dos, para manejar un mayor volumen en todos sentidos. Esto nos permitirá, a futuro, reducir los costos de producción aún más y así poder dar todavía mejores precios en los mismos productos. ¿Cómo? Fácil, si ahorita producimos, por decir, cien cremas de cacahuate al mes, nos cuesta tantos pesos cada una; pero si produjéramos mil al mes, el costo de producción sería mucho más barato. Así podremos darla a mejor precio del que ya la damos, ¿te lo imaginas? Nosotros sí, ¡será una locura!

En YEMA estamos apuntando a que en un futuro muy cercano estemos ofreciendo un 80% de productos de marca propia para, como dijimos, controlar todos y cada uno de los aspectos del producto y que sea inmejorable. Esto lo vamos a lograr, además de con tu confianza y preferencia, con ayuda de los mayoristas y de un modelo de negocio sin igual donde todo es 100% delicioso y 100% saludable. Así que a la próxima que veas productos marca YEMA, ten la seguridad de que estás comprando un producto espectacular, que además es favorable al comercio local, a tu salud y a tu antojo.

Gracias por confiar en nosotros,

Laurène Maire

co-founder, Directora de Desarrollo de Productos

Publicado el viernes 24 sep 2021

Si tienes alguna pregunta, escríbeme a [email protected] y con mucho gusto intentaré contestarlas.

Links precios (a 27 de septiembre 2021):

Crema de almendras: YEMA, Supermercado, Tienda gourmet

Crema de cacahuate: YEMA, Supermercado, Tienda gourmet

Cepillo de dientes de bambú: YEMA, Supermercado, Tienda gourmet

Aceite de coco orgánico extra virgen: YEMA, Supermercado, Tienda gourmet

Agua micelar con caléndula: YEMA, Supermercado, Tienda gourmet