La dieta keto o cetogénica es un plan alimenticio que consiste en comer alimentos bajos en carbohidratos y ricos en grasas y proteínas. Este tipo de régimen ha ganado popularidad gracias a que puede ayudar a perder peso y mejorar distintos aspectos de la salud.
Si te gustaría implementar un estilo de vida keto pero no sabes por dónde empezar, aquí te compartimos una guía que te ayudará a empezar con el pie derecho de la forma más sencilla.
Guía keto para principiantes
La dieta keto no es otra dieta milagrosa que funciona de forma inmediata, es un plan alimenticio que ha sido utilizado por largo tiempo y que, recientemente, ganó popularidad gracias a su efectividad para bajar de peso.
Se denomina keto o cetogénica porque al reducir los carbohidratos de forma drástica y reemplazarlos por grasas, el cuerpo entra en un estado metabólico llamado cetosis. De este modo, los ácidos grasos se transforman en el hígado, liberando cuerpos cetónicos que el organismo usa como fuente de energía en vez de la glucosa.
En pocas palabras, la cetosis es cuando el cuerpo tiene que recurrir a las grasas acumuladas para obtener energía por la falta de carbohidratos, por eso, muchas personas han logrado adelgazar con esta dieta.
Tipos de dieta keto
Hay muchas variantes de la alimentación cetogénica, si estás buscando cómo empezar la dieta keto, lo primero es que te des una vuelta con tu nutriólogo y tu médico para que te digan cuál es el plan que más te conviene .
Las dietas keto más comunes son:
● Dieta keto estándar: es un plan de alimentación muy bajo en carbohidratos , con un consumo moderado de proteínas y alto en grasas. Normalmente contiene un 75% de grasas, un 20% de proteínas y solo un 5% de carbohidratos.
● Dieta keto cíclica: este plan implica periodos de recargas más altas en carbohidratos; por ejemplo, 5 días cetogénicos seguidos de 2 días con carbohidratos.
● Dieta keto adaptada: te permite añadir carbohidratos los días de entrenamiento.
● Dieta keto alta en proteínas: es similar a la estándar, pero incluye más proteínas. Lo normal suele ser un 60% de grasas, un 35% de proteínas y un 5% de carbohidratos.