Alimentos sin gluten, ¿cuáles son y por qué es bueno consumirlos?
Todos hemos oído hablar del gluten –quizá demasiado–, pero a no ser que seamos celíacos confirmados, ¿cuántos de nosotros sabemos bien qué es? Escuchamos en restaurantes con amigos o en algún date que preguntan al mesero, “¿tiene gluten?” Y decimos: “mira, nomás: otro que no le gusta el gluten”. Pero, ¿por qué esa persona se tomaría la molestia de preguntar al mesero si algo tiene o no gluten? ¿Por qué sería tan importante?
El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de un montón de cereales como el trigo, la cebada, el centeno y en algunas variedades de avena. ¿Saben por qué los panes y otras harinas son esponjocitos y adorables? Por el gluten (tranqui, hay opciones: ahora vamos). Pero, bueno, más allá de mi incapacidad por ocultar la ñoñez que me impulsa a aventar “datos curiosos”, las personas que son intolerantes al gluten o celíacos, no pueden digerir esta proteína ya que al comerla, por alguna razón, el sistema inmune se activa al detectar fragmentos de la proteína y, al catalogarlos como tóxicos, comienza a hacer una serie de desmanes que sólo acaban dañando su cuerpecito.
Al afectar al intestino delgado, en los celíacos el gluten produce diarrea, dolor de panza, gases e inflamación –ayñ–. También te puedes llegar a sentir cansado, te pica la piel, se te cae el pelo, tienes irregularidades en la menstruación –ayñ X2– además, está comprobado que ocasiona irritabilidad y hasta depresión –virgencita, plis no–. Fuera de broma, no está chido.
La intolerancia al gluten es genética (gracias papás) y el uno por ciento de los adultos en el mundo la padecen. Si desde hace rato sientes tu pancita inflamada, traes muchos punes y/o andas chipil (triste) y no sabes por qué, igual es por el gluten. Para sacarte de la duda, hazte estudios antes de simplemente dejar de comer alimentos con gluten. Es la única manera de saber si sí o si no, bb.
Ahora, seré súper sincera con ustedes: si son celíacos tendrán que cambiar su estilo de vida o, bueno, al menos su alimentación. Pero, por más catastrófico y espeluznante que parezca, no está ni tan mal ni es tan difícil. Al revés, el cambio –cualquier cambio– te hace conocer y apreciar un mundo de experiencias, variedad y sabores diferentes, y con todas las opciones que ahora hay, la verdad ni se extraña.
No existe una cura para los intolerantes al gluten más que dejar de comer alimentos que lo tengan. Para mantener la patología a raya, el celíaco tiene que cuidar lo que come. Nada de trigo, avena, cebada y centeno, o sea, nada de harina, pan y pastas. ¿Qué opciones nos quedan? Lo mismo: harina, pan y pastas, pero sin gluten y otras deliciosuras, pero ‘orita hablamos de eso. Antes, es importante que les diga que el gluten es tramposillo. Se esconde en un montón de productos que consumimos diario y nosotros ni en cuenta. Embutidos, cerveza, quesos fundidos y de untar, conservas de carne, algunas salsas, alimentos congelados, aderezos, ciertos caramelos y helados, pueden tener gluten. Por eso, mejor siempre revisa las etiquetas y cuando vayas a un restaurante, asegúrate que lo que pidas no tenga gluten. Ya sé. Ya sé: da flojera, pero más vale saber qué nos metemos a la boca –sin albur, pelados–. Entenderle a las etiquetas no es tan difícil: miles de productos ya te lo dicen a través de estampados gigantescos y voluminosos con plecas de colores llamativos que gritan en medio del empaque la leyenda SIN GLUTEN. Otros son más sutiles. Y otros te lo dicen fácil y bonito, como nosotros jiji.
Cuando vayas al super, lo que vayas a comprar, asegurate que no diga gluten, cereales, almidones modificados (E-1404, E-1410, E-1412, E-1413, E-1414, E-1420, E-1422, E1440, E-1442, E-1450), amiláceos, fécula, fibra, espesantes, sémola, hidrolizado de proteína, malta, extracto de malta, levadura, extracto de levadura, especias y aromas.
Entre los productos sin gluten, además de que hay una variedad enorme de sustitutos a alimentos con gluten como pan sin gluten, cereales sin gluten, harina sin gluten y otra comida sin gluten lo que, básicamente, significa una dieta sin gluten, –nótese la repetición excesiva–, los alimentos que así naturalitos no contienen gluten son las frutas y verduras, carne, pollo, pescado, mariscos y huevo, frijoles, semillas, leche no saborizada, crema, queso curado, algunos yogures y mantequilla, botanas que lo especifiquen, palomitas de maíz, arroz y miel, por decir algunos.
YEMA, al ser un super que piensa en todo y en todos, tiene una variedad enorme de opciones para cualquier tipo de persona. Así que, si lees esto, date una vuelta: aquí encontrarás todo para una vida sin gluten.
Sebastián Quiroz
Editor Digital del Mundo Y
Publicado el viernes 21 ene 2022